jueves, 25 de febrero de 2010

D O M I N G O D E P A S C U A

Clamoreo de campanas. El sol parece más brillante y el aire se dijera embalsamado de raro y dulcificantes perfumes. Es la fiesta de la resurrección. En todos los templos cristianos arde el incienso del amor y la esperanza de la salvación es ya un hecho entre los hombres. ¡Hosanna al Hijo de María!.

¡Domingo de Pascua! Bajo su signo, la yerba crece mas verde y el agua del arroyuelo canta en su cauce el cristalino poema de la pureza cristiana. Los pájaros elevan sus trinos a la majestad del día, diáfano como una copa de cristal. Los corderos pascuales, alburnos y mimosos, al lanzar sus balidos en las quebradas de los montes, se dijera que también cantan al Mesías como movidos por un extraño instinto de santa y apacible alacridad: Ellos representan el símbolo máximo de la divina humildad del Señor.

¡Domingo de Pascua! Jesús revive. Los mortales son salvos. “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” –rezan los Santos Evangelios-.¡oh música de Pascua! Tus ecos traen la palabra de Jesús resucitado, cuya presencia se manifiesta a sus discípulos, diciendo: “Paz a vosotros. Id por el mundo: predicad el Evangelio a toda criatura”.
Y aquella voz melodiosa, suave, llena de celeste beatitud, sigue aún acariciando los oídos de los hombres de buena voluntad: “Ego sum lux et veritas et vida”.

¡Domingo de Pascua! Día de los sueños místicos, día en que la sagrada eucaristía, al igual que en el castillo de Meaux, endulza las almas devotas colmándolas de paz, de fe y bienaventuranza. Miles de niños reciben la santa comunión. Entonces es cuando llegan hasta lo más hondo de las almas cristianas estas fervientes y misteriosas palabras: “Tomad, éste es mi cuerpo; bebed, ésta es mi sangre”

lunes, 22 de febrero de 2010

Mi mejor amigo

Desde hace ya algún tiempo, me he dado cuenta de lo superficial que suelen ser muchas veces las amistades. Crees, que porque tú das o crees dar todo por los amigos, ellos también lo van a hacer por ti. Siento afirmar que nada más lejos de la realidad, que cuando se trata de pasarlo de fábula por ahi todo el mundo está dispuesto, pero cuando se trata de darte apoyo y cariño, cuando ya no eres tan divertido porque estás pasando por malos momentos casi todo el mundo escapa.

Hace unos años, yo me fui a trabajar fuera con el objetivo de progresar, pero la experiencia no fue buena y me volví a mi tierra, pero esta vez no sola como me fui, sino acompañada de una depresión que duró casi dos años. Sí, digo duró porque a día de hoy ya no la tengo y eso gracias a MI MEJOR AMIGO, ese que nunca me abandona, el que si estoy alegre está conmigo, pero si estoy agobiada por muchos motivos y no soy buena compañía sigue ahi, a mi lado, sin separarse ni un instante, y os lo voy a presentar, es Dios. Él, me ha dado fuerzas para tirar para adelante, aun cuando se me acumulan los problemas, yo simplemente hablo con Él y siempre me encuentra una solución.

El pasado viernes quise agradecerle todo lo que diariamente hace por mi, y después de darle muchas vueltas, porque para seros sincera me costó mucho, decidí que la noche del viernes, en lugar de ir con mi novio al cine, o a dar un paseo, la iba a pasar Adorando a mi Señor. Había Adoración nocturna femenina en mi preciosa parroquia Nuestra Señora de Fátima, y allí me fui yo.
He de confesar que fue una experiencia muy gratificante para mi y desde luego si nada me lo impide, voy a repetir.

Con esto sólo quería expresaros que aunque al principio empecé diciendo que los amigos tarde o temprano te acaban defraudando, si que es verdad que sí hay uno que nunca lo hace: MI MEJOR AMIGO.

¡Que Dios os bendiga a todos los que leeis este humilde blog, y los demás también!